Una sesión de Yoga pondrá el broche cada día a nuestras jornadas hípicas para ayudar a relajar cuerpo y mente.
Creemos que el Yoga puede ser un interesante complemento a la equitación y a la unión mental con el caballo.
Aprender a escuchar nuestro cuerpo, nuestras sensaciones y conectar con uno mismo -principios básicos del yoga- servirá sin duda para ayudarnos a mejorar nuestra conexión física y mental con el caballo, a mejor entenderlo emocionalmente y a la postre a progresar en la disciplina ecuestre.
Y por su puesto ayuda a aumentar la flexibilidad, la capacidad pulmonar y la alineación de la columna. Después de todo un día caballo, seguro que le encontraremos innumerables beneficios para los músculos doloridos.
Nuestra profesora, Inma Fustel, se ha formado en la India de donde regresará en junio para el inicio de nuestros campamentos. Allí ha estudiado Ashthanga yoga, su práctica persona y Hatha yoga, la disciplina que impartirá a los jóvenes.